Habilidades, servicio y aprendizaje
Los componentes curriculares de Desarrollo Personal representan una oportunidad de crecimiento y desarrollo personal para los estudiantes.
“Cortar cabello y aplicar maquillaje pueden parecer simples habilidades, pero para mí han sido herramientas para empoderar a otros. Aprendí a cortar cabello y me gusta porque ahora cuando llevamos brigadas médicas y de otros servicios a las comunidades necesitadas podemos brindar este servicio y ayudarlas a verse mejor y es una experiencia gratificante y enriquecedora”. Este es el valor que Jazmín Díaz, estudiante de Odontología obtiene del taller de Belleza, uno de los componentes curriculares que incluye la Universidad de Montemorelos en la formación de los profesionales en todas las disciplinas.
Desde talleres de belleza y costura hasta clases de mecánica, refrigeración y proyectos de servicio a la comunidad, los estudiantes han tenido la oportunidad de explorar una amplia gama de habilidades prácticas y creativas durante el semestre y el resultado de ese esfuerzo fue expuesto en la 2da Feria de Desarrollo Personal que se llevó a cabo el 24 de abril cerca del final del periodo académico.
Hugo Roldán, estudiante de ingeniería, destacó cómo el taller de refrigeración le ha proporcionado conocimientos prácticos que pueden aplicarse en su vida cotidiana. “Aprendí el funcionamiento correcto de un clima, la instalación e incluso cómo prolongar la vida de estos equipos, lo cual me brinda confianza para abordar futuros proyectos. Este tipo de materias nos permiten a nosotros los estudiantes adquirir diferentes herramientas que nos sirven para múltiples situaciones en la vida”.
Por otro lado, para Brenda Ivett Ventura, estudiante de la carrera de Administración y Negocios Internacionales, el servicio comunitario ha sido una experiencia transformadora en su vida estudiantil. “Más allá de reforzar la teoría con la práctica, me ha enseñado el valor de contribuir a la comunidad con los conocimientos adquiridos en mi carrera. Además, deja una huella imborrable en mi vida al recordarme que la felicidad se encuentra en servir a los demás. A través del servicio comunitario, fortalecemos áreas como el liderazgo, trabajo en equipo, empatía y amor al prójimo, cualidades que solo se aprenden mediante la experiencia”
En otro escenario, para Abigail Lázaro, estudiante de Contaduría Pública, el taller de Manualidades se ha convertido en una oportunidad de ayudar a los más necesitados. “Los talleres no solo me han enseñado habilidades prácticas, sino que también han despertado mi creatividad y un espíritu de servicio. El semestre pasado, aprendí a hacer gorritos, justo en época de frío, y decidí regalar los gorritos que hice a algunas personas que no tenían las posibilidades de comprar alguno”.
La 2da Feria de Desarrollo Personal es más que una exhibición de proyectos; es un testimonio del compromiso de la UM de brindar a sus estudiantes una educación integral que va más allá del aula. “Nuestra institución se enorgullece de ofrecer una experiencia educativa que no solo prepara a los estudiantes para sus futuras carreras, sino que también los equipa con habilidades prácticas y creativas que pueden aplicar en su vida diaria”, afirmó la Dra. Ruth Hernández, Vicerrectora Académica Asociada.
A medida que los visitantes recorrieron los módulos, no sólo vieron los trabajos realizados, sino también el viaje de aprendizaje y crecimiento personal que cada estudiante ha experimentado. Desde demostraciones de costura hasta exhibiciones de mecánica y proyectos de servicio a la comunidad, cada stand cuenta una historia única de la formación de profesionales competentes e individuos íntegros y comprometidos con su comunidad, que se preparan para sumar para un mundo nuevo.
Desarrollo Personal incluye las clases de Preparación para la Vida, Trabajo en la Tierra, Aptitud Física, Visión de Servicio que incluye el Servicio Comunitario, y Visión Emprendedora que abarca los talleres de belleza, manualidades, costura, mecánica, refrigeración y herrería.
Fuente: Vicerrectoría Académica, Reportera de campo: Lisandra Vicente, editora: Brenda Cerón.
