Día mundial de la alimentación

¿Es tiempo de celebrar?

UniMontemorelos
5 min readOct 14, 2021

Cuando una persona cumple años se le celebra según sus gustos y preferencias, se hacen las actividades que prefiere, como salir a un lugar que disfruta y se come la comida que más le gusta. El día de la alimentación es el día de cada uno de nosotros, y no porque todos cumplimos años el 16 de octubre, si no porque todos al comer, formamos parte del sistema alimentario.
Sin embargo, el sistema alimentario es muy grande y lo que haces con el acto de comer los alimentos representa casi el último eslabón en la cadena de este sistema.

Las decisiones que tomamos sobre lo que vamos a comer representan el principal motor para modificar todo el sistema alimentario. Las decisión de una sola persona en una sola comida tal vez no tenga ese impacto, pero la suma de las comidas que tenemos a lo largo del día, del mes y de nuestras vidas, junto con la decisiones que tomamos como familia, como comunidades y como sociedad tienen la capacidad de modificarlo.

Si una comunidad completa opta por alimentos saludables, la demanda de los productos con muchos sellos se irá a la baja, y posiblemente hará que los vendedores busque integrar alimentos sin sellos y cambiarlos por alimentos saludables. Sin embargo, si seguimos eligiendo productos no saludables la producción, distribución y venta se mantendrán.

A esto se le ha llamado “el poder del consumidor” y cada vez se está ejerciendo más en la sociedad, no solo al elegir los alimentos si no al poder elegirlos conociendo de dónde vienen, quién los produce, así como quién se beneficia con la compra. Cada vez más, las personas están optando por ejercer su poder de elegir intencionadamente alimentos de los que conocen cómo funciona el sistema alimentario que está detrás.

En México, tradicionalmente íbamos a los mercados a comprar los alimentos. Esta valiosa práctica que aún se mantienen en algunas ciudades, se ha visto desplazada en gran parte de la sociedad por los “supermercados”, y aunque para muchos es más cómodo pues hay aire acondicionado, podemos pagar con tarjeta, y tenemos muchos más productos a nuestro alcance, ha hecho que haya más intermediarios entre el productor del alimento y el consumidor. Si bien se generan empleos, también es una realidad que a mayor volumen el productor recibe un monto menor por su producto.

Todo lo que se produce tiene un costo en el planeta. Los alimentos que se producen en lugares muy lejos de donde vivimos, pueden costar más por el gasto de transporte, afectando directamente la contaminación ambiental.

Los huertos familiares pueden ser una buena iniciativa para entender el valor de la producción de los alimentos y reducir el impacto ambiental. Sin embargo, en la sociedad que vivimos no todos tenemos oportunidad de participar en uno, pero producir nuestros propios alimentos o consumir alimentos de la región, reduce drásticamente el daño al planeta.

Por otro lado, el tipo de alimentos que consumimos tienen un impacto distinto en el uso de los recursos limitados de nuestro planeta. Al seguir un patrón de alimentación alto en alimentos de origen animal, así como alimentos ultra procesados, el impacto ambiental es mucho mayor que seguir una dieta a base de plantas.

Gráfica de Information is Beautiful

En el gráfico, en la parte inferior, observamos una comparación de lo que realmente necesitamos, según los requerimientos calóricos a nivel mundial, incluyendo un 30 % de comida que se desperdicia -sí, un 30% de la comida se va directo a la basura- comparado con la cantidad de alimentos que se produce. Podemos ver claramente, que hay suficiente alimento para todos en el mundo, pero existen inequidades en su distribución y consumo, al grado que el 40% de la población mundial no tiene posibilidad de llevar una dieta saludable.

Este exceso de consumo de calorías a nivel mundial, nos ha dejado una situación caótica para la salud y los sistemas de salud, prevaleciendo enfermedades como la obesidad, diabetes, cáncer y enfermedades cardiovasculares. Por eso se ha buscado un patrón de alimentación que favorezca la salud y beneficie al planeta.

El grupo EAT-Lancet propuso un patrón de alimentación que fuera sostenible para el planeta y que además fuera saludable para la población en general, considerando que se estima que para el año 2050 la población mundial será de 50 mil millones de personas. La conclusión fue que la “dieta planetaria” debe incluir grandes cambios en nuestra alimentación, caracterizados por un aumento de más del 50% en el consumo de frutas, verduras, legumbres y frutos secos; así como una reducción drástica del consumo de carne roja y de azúcares añadidos. Lograr esto no solo beneficiará al planeta sino también la salud. “Los cambios de las dietas actuales hacia dietas saludables probablemente resulten en importantes beneficios para la salud. Esto supone prevenir aproximadamente 11 millones de muertes por año, lo que representa entre el 19% y el 24% del total de muertes en adultos”. Puedes leer aquí sobre esa dieta y aquí consultar el reporte completo.

Los cambios en el sistema alimentario comienzan conmigo, con mis decisiones al elegir lo que voy a comer, al elegir dónde voy a comprar mis alimentos y lo que voy a añadir al carrito. Si no sabes cómo comenzar, un primer paso sería dejando los productos con sellos de advertencia y añadiendo más frutas y verduras a tu vida.

Celebremos nuestro día de la alimentación de forma responsable, cuidando al planeta, nuestros recursos y nuestro cuerpo.

Escrito por Héctor Murillo, Médico certificado en Lifestyle Medicine y docente en la Facultad de Ciencias de la Salud en la UniMontemorelos

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